Bellingham es castigado con dos partidos de sanción por su expulsión en Valencia

Así informa 'As':

Bellingham no se salva de la sanción, pero recibe la mínima. Esa es la resolución del Comité de Competición, reunido todos los miércoles para estudiar los recursos y, hoy, para atender el del Madrid.

Desde el club se alegaba que el futbolista en ningún momento insultó al árbitro, señalando que sus palabras, confesadas desde el primer momento, fueron “it’s a fucking goal (es un jodido gol)”. Que fue una protesta en un momento acalorado, pero siempre sin menosprecios. El argumento no ha convencido. Porque desde Competición consideran que no sólo se juzgan sus palabras, sino también su actitud. Y ahí impera la percepción de Gil Manzano.

¿Cuál es la clave? El árbitro redactó en el acta que Bellingham se dirigió hacia él “en actitud agresiva y a gritos”. Se esté más o menos de acuerdo, es la percepción que tuvo la autoridad sobre el campo y Competición no se ha metido en el charco de desdecir su percepción. En definitiva, a Bellingham se le ha aplicado el artículo 127 del Código Disciplinario, que sanciona el “dirigirse al árbitro con actitud de menosprecio o desconsideración”. Para Gil Manzano, así fue. La sanción oscila entre dos y tres partidos. Y se le ha aplicado la mínima.

Casualidades del calendario, Bellingham no volverá a jugar con el Real Madrid hasta el 31 de marzo, cuando recibirán al Athletic (domingo, 21:00 horas). El jugador será titular esta noche frente al Leipzig y, después, cumplirá su sanción: baja ante el Celta (casa) y Osasuna (fuera).

La cuestión es que inmediatamente después se producirá el parón de selecciones (Inglaterra jugará dos amistosos en Wembley, ante Brasil y Bélgica). Así que Jude no volverá a jugar con el Madrid hasta la jornada posterior.